Cuando una empresa se plantea realizar una inversión en tecnología tiene un propósito claro, que puede ser:
- Aumentar su facturación.
- Reducir costes.
- Incrementar sus beneficios.
En la actualidad los proyectos tecnológicos más demandados abarcan temáticas tan variadas como el cloud, la seguridad, Big Data, la movilidad, Social Media…
Cada empresa tiene el suyo y la forma de financiarlo es clave para obtener un mayor retorno de la inversión.
Con el paso de los años, las empresas han cambiado la forma en la que abordan este tipo de proyectos. Tratan de adaptarse a una realidad que está en continua evolución y que demanda reducir costes y aumentar productividad.
Desde los modelos tradicionales de compra en propiedad, al actual sistema de pago por uso, y el servicio de renting, al que dedicaremos este post.
¿Qué es el renting tecnológico?
Consiste en el alquiler de equipamiento tecnológico, realizando un pago mensual, frente al modelo tradicional basado en la compra. Pasados los periodos fijados en los contratos de renting tecnológico, se puede ampliar o renovar los equipos y servicios incluidos y se vuelve a firmar un nuevo contrato.
Hasta ahora, era habitual comprar los equipos y tenerlos «hasta que aguanten». En otras ocasiones, se mantienen hasta que no quede más remedio que sustituirlos porque ya no cumplen su cometido.
Hoy en día, utilizar la estrategia de la compra supone una debilidad frente a la competencia, pues no estaremos utilizando el potencial de las nuevas tecnologías en nuestro negocio.
La evolución tecnológica es constante y la vida útil de los dispositivos es cada vez más corta pues se ven superados constantemente por nuevos equipamientos con mejores prestaciones.
Además, tenemos la tranquilidad de saber que, en caso de avería, el proveedor de servicios de renting tecnológico nos facilitará equipos de sustitución. Así, disminuyen los recursos dedicados a los servicios de mantenimiento.
Es una opción muy interesante para las empresas porque mejora la productividad y permite un mejor control del gasto.
Renting tecnológico de equipos informáticos. Sus ventajas en la empresa
- No necesitamos realizar una inversión inicial para disfrutar de los equipos y que pueda descapitalizar la empresa.
- Podemos prever los gastos futuros al ser una cuota fija.
- Es un contrato de arrendamiento (no es un contrato de leasing o de préstamo para adquisición de un bien).
- Se pueden incluir elementos de hardware, software y otros servicios asociados (mantenimiento, soporte, consultoría, etc).
- El período es a corto y medio plazo; entre 1 y 5 años.
- Las cuotas mensuales y el IVA de las mismas son deducibles fiscalmente al 100%, al ser consideradas como gasto.
- No aparece reflejado en el balance de la empresa, ni como inmovilizado en el activo, ni deuda en el pasivo. Así que no afecta a nuestro ratio de endeudamiento.
- No hay necesidad de realizar un desembolso importante de dinero en un momento determinado. De esta manera, la empresa no se descapitaliza y puede destinar sus recursos financieros a otras partidas.
- Al tratarse de una coste fijo periódico, podemos acometer una mejor planificación de la tesorería.
- Se puede ampliar el contrato de Renting en cualquier momento, para incluir nuevos productos o servicios en el futuro.
- Permite una continua adaptación y cambio de la tecnología. Algo que repercute en la productividad de los empleados y en su prestigio como empresa.
- Contamos siempre con la última tecnología disponible. Especialmente importante en casos como pueda ser el equipamiento médico u otros sectores donde los últimos avances suponen una ventaja competitiva.